La enfermera es una profesión fundamental en cualquier clínica o hospital. Se requiere un título de enfermería y experiencia previa en la especialidad dermatológica. Deben dominar las siguientes habilidades: Asistencia en procedimientos dermatológicos: Colaboran con los médicos durante tratamientos y cirugías menores, asegurando que se sigan los protocolos adecuados. Educación al paciente: Brindan información sobre el cuidado de la piel, instrucciones post-tratamiento y prevención de enfermedades dermatológicas. Manejo de equipos y materiales: Preparan y esterilizan instrumentos, y se aseguran de que el equipo médico esté en condiciones óptimas. Administración de medicamentos: Aplican tratamientos tópicos o inyectables según las indicaciones médicas. Registro y seguimiento: Documentan la evolución de los pacientes y mantienen actualizados los expedientes clínicos. Las principales ventajas de ser enfermera son: Un horario estable y predecible. Una retribución atractiva y competitiva. La oportunidad de trabajar en equipo y contribuir a la mejora de la salud pública.